Anuncia gobierno el paro de todos los servicios públicos y privados no esenciales
ROSALíA VERGARA
MÉXICO, D.F., 29 de abril (apro).-
El secretario de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos, anunció la suspensión de actividades en la administración pública federal y en el área de servicios, del 1 al 5 de mayo próximos –días de asueto--, ante la decisión de la Organización Mundial de la Salud de declarar en fase 5 de alerta epidemiológica por la epidemia del virus de influenza que asola al país. Así mismo, pidió a los gobiernos de los estados que se sumen a la iniciativa que tiene como finalidad reforzar las medidas contra el virus de la influenza y evitar su propagación. En conferencia de prensa, acompañado de los secretarios de Hacienda, Agustín Carstens; de Economía, Gerardo Ruiz Palacios, y de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, Córdova explicó que esta medida está sujetas a las decisiones de cada dependencia, para seguir laborando en áreas indispensables para la población. Precisó que continuarán operando los sistemas de transporte, los puertos, aeropuertos, carreteras y autopistas del país, y todos los sectores prioritarios: supermercados, bancos, hospitales, farmacias, gasolineras y servicio de basura, entre otros. "Se exhorta a todas las entidades federativas y municipios a que se sumen a esta iniciativa. Se determina la suspensión de trabajos y servicios no esenciales en sectores productivos; en todo momento se garantizará la producción, y abasto de alimentos y medicinas, así como la previsión de bienes y la prestación de servicios indispensables para la población." Reiteró que permanecerán abiertos mercados, supermercados, misceláneas, servicios de transporte, médicos, hospitalarios y farmacias, servicios financieros, telecomunicaciones, medios de información, gasolineras, recolección de basuras, servicios hoteleros y de restaurantes siempre y cuando no correspondan espacios cerrados con aglomeraciones. Córdoba Villalobos explicó que la fase 5 de alerta epidemiológica implica que el virus se está esparciendo por contacto de humano a humano, aunque a la fecha, indicó, se ha detenido la expansión de los contagios en el país. Por eso, expuso, se toman estas medidas, porque "el elemento esencial para evitar la propagación es evitar el mayor contacto humano posible".Así mismo, actualizó las cifras: reportó 99 pruebas positivas de infectados con el virus "H1N1 recombinante", de los cuales 91 personas están bien, pero ocho personas fallecieron. Es decir, este día se sumó uno más a las 7 defunciones comprobadas que anunció por la mañana; 83 muertos son del Distrito Federal; 13 del Estado de México; 1 de Colima, uno más de Oaxaca y otro de Veracruz.Además, informó que entre el miércoles y el jueves fallecieron 17 personas, que se suman a las 159 que indicó ayer, por lo que la cifra asciende a 162 muertos hasta el momento. "Tenemos una idea mucho más objetiva de los casos reales, pero las cifras las seguiremos adecuando. Mañana tendremos 140 pruebas más para saber si hay la certeza de que se trata de casos relacionados con el virus", indicó. Más tarde, en entrevista televisiva con Joaquín López Dóriga, el titular de Salud descartó que el próximo 6 de mayo sea "una fecha mágica" en la que vaya a resolverse el problema. Todo depende, acotó, de la evolución del brote, aunque previó que el próximo lunes por la noche las autoridades federales estarían en condiciones de definir el rumbo a seguir.Previo a la conferencia, los funcionarios federales sostuvieron una reunión privada de aproximadamente una hora para evaluar la situación. Los primeros en arribar al lugar fueron los secretarios de Hacienda, Trabajo y Economía y, al final, Córdova Villalobos.Ese provocó que la conferencia anunciada para las seis y media de la tarde comenzara cerca de las ocho de la noche.Al final de la misma, un reportero de la agencia France Press preguntó por qué en México se han registrado más muertes que en otros países –en Estados Unidos hoy se reportó el deceso de un bebé de 23 meses de edad, de origen mexicano. Córdoba Villalobos reconoció que fue resultado de la atención tardía. "Seguramente vamos a seguir reportando más casos, se seguirán confirmando. En algunos casos está el patrón de atención tardía. Esto evidentemente se refiere a la acción del antiviral que se debe administrar en las primeras 48 horas y, seguramente, porque también en los primeros casos no se sabía que estábamos frente a un virus diferente", agregó. Sobre las pérdidas económicas que representa tomar estas medidas de emergencia, el titular de Hacienda, Agustín Carstens, indicó que no hay manera de saber el impacto económico que provocará en el país la crisis de influenza. "Lo que hemos hecho es tomar episodios similares a otras economías y tratar de aplicarlo a la realidad económica nacional", agregó. Carstens señaló que la magnitud del evento dependerá de la propagación del virus y la duración de la contingencia. Citó el caso de Asia, en 2005, cuyo impacto fue de .3 a .5% del PIB, pensando en una duración de la epidemia de tres meses. "Lo que podría reflejarse en México es que una caída de esa magnitud tendrá un rebote de esa magnitud también, porque ante este choque a la producción que se genera con este brote de salud, en principio, la infraestructura del país y su capacidad productiva no se ve afectada en lo esencial, entonces sería un impacto en el corto plazo concentrado en los servicios que han sido afectados y la recuperación sería rápida", previó. A su vez, Lozano Alarcón señaló que la medida se tomó a partir del 1 de mayo para que el jueves 30 de abril los empleados del sector público y demás afectados puedan cobrar su quincena con normalidad. Casi al final del encuentro con los medios, el secretario de Salud descartó que la epidemia "se le haya salido de las manos" al gobierno federal, pues "los procesos médicos requieren tiempo. No es que las pruebas de laboratorio se hagan en la esquina", reviró.
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