■ Mediante análisis genéticos, la PGR confirma la identidad
Los restos hallados en Tlalpan, de Silvia Vargas
■ Pide a la SSP reporte de pesquisas para ubicar a los secuestradores
Gustavo Castillo García
Las autoridades tardaron 15 meses y un día en responder a la exigencia de Nelson Vargas y Silvia Escalera Montes de encontrar a su hija. Este jueves, la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó pericialmente que los restos encontrados el pasado 5 de diciembre en la casa número 51 de la calle Bellavista, en el pueblo San Miguel Xicalco, delegación Tlalpan, son de Silvia Vargas Escalera.
La joven tenía 18 años de edad el 10 de septiembre de 2007, día en que fue plagiada presuntamente por la banda de Los Rojos, en la que participaban Cándido, Manuel y Raúl Ortiz González, hermanos de Óscar Ortiz González, quien se desempeñó como chofer de la familia Vargas Escalera durante dos años.
Llamada de auxilio
La familia de Nelson Vargas, ex titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), mantuvo en secreto el caso 11 meses. El 25 de agosto pasado el ex funcionario y su ex esposa ofrecieron la primera conferencia de prensa para solicitar el auxilio de la sociedad y los medios de comunicación para conocer el paradero de su hija.
Silvia Vargas fue interceptada cerca de las 6:45 horas por sus captores cuando se dirigía de su casa, en la colonia San Jerónimo, al colegio Alexander Bain, en la colonia Las Águilas.
Una llamada de Nelson Vargas al celular de su hija para saber la causa por la que no asistió al colegio fue respondida por uno de los secuestradores.
Un día después del plagio, Nelson Vargas denunció el hecho ante la Unidad Especializada en Investigación de Secuestros de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), y se inició la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIS/238/2007.
El contacto entre plagiarios y la familia Vargas Escalera se prolongó hasta el 27 de septiembre, cuando uno de los delincuentes le dijo al ex funcionario que ya no le interesaba su dinero y no lo llamaría más.
El 28 de diciembre de 2007 la PGR solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, mediante el oficio SIEDO/UEIS/ 15445/07, que investigara la presunta participación de Óscar Ortiz González en el plagio.
Exactamente un mes después, la SSP, que dirige Genaro García Luna, respondió mediante el oficio PFP/CIP/DGCS/66/2008 que no había encontrado elemento que vinculara al ex chofer de la familia Vargas Escalera con actividades ilícitas.
Nada era del conocimiento público sobre el caso de Silvia Vargas. Se supo hasta el 25 de agosto, cuando crecía la ola de indignación social por el secuestro y asesinato del joven Fernando Martí. En conferencia de prensa, Silvia Escalera ofreció una recompensa a los captores con tal de saber de su hija.
Fue también el comienzo del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, en el que todos los actores políticos, incluidos los titulares de la PGR y la SSP, Eduardo Medina Mora y García Luna, respectivamente, se comprometieron a dar resultados del combate contra la inseguridad.
Se llegó a los cien días del acuerdo el pasado 28 de noviembre. Dos días antes, Nelson Vargas y Silvia Escalera acusaron a los titulares de la PGR y la SSP de desdeñar sus aportaciones a la investigación y, en conferencia de prensa, el ex titular de la Conade declaró: “¿Eso es no tener nada? ¡Eso es no tener madre!”, pues a pesar de haber comunicado a las autoridades que había recibido información de que su ex chofer estaba relacionado con el secuestro, la PGR no había hecho nada.
El pasado 5 de diciembre, la PGR informó: “se tienen datos que refieren la ubicación de un domicilio donde, según testimonios, Silvia Vargas Escalera fue privada de la vida.
“El domicilio ha sido identificado en la delegación de Tlalpan, Distrito Federal, habiéndose solicitado y obtenido del juez octavo de procedimientos penales federales en el Distrito Federal, la orden de cateo número 42/08”.
Los datos para llegar a ese lugar los aportó un reo en el penal de Barrientos, en el estado de México, que en la actualidad está detenido en la SIEDO, sin que se haya revelado su identidad.
El mismo 5 de diciembre, peritos en genética forense, identificación fisonómica, antropología, odontología, medicina, fotografía, video, retrato hablado, dactiloscopia, criminalística de campo, grafoscopio, análisis de voz, topografía, química, ingeniería y arquitectura, de la PGR, se dieron a la tarea de rescatar los restos de una persona que había sido inhumada ilegalmente en el patio trasero de Bellavista número 51.
La recuperación de los restos duró varias horas; primero localizaron el patio y después levantaron una losa de concreto que los ocupantes de esa casa mandaron construir para tapar el sitio de la inhumación.
Cuando los peritos pusieron al descubierto los restos, se documentó que se trataba de una persona joven, de entre 18 y 23 años, con cabello largo, alta, y que no presentaba heridas de bala o huellas de tortura. Tenía, sí, amarrada una venda de unos 15 centímetros desde el cuello hasta las rodillas.
Fuentes de la PGR revelaron que la causa de la muerte fue asfixia y se presume que los plagiarios la asesinaron por haber reconocido la voz de uno de los secuestradores, a finales de septiembre de 2007. Que la sepultaron para que nadie descubriera el cadáver, pero uno de los integrantes de la banda dio datos a las autoridades en días pasados.
Este jueves, después de seis días de estudios periciales, la PGR informó que “de los dictámenes especializados y principalmente de genética forense, se llega a la conclusión que el perfil genético obtenido del cuerpo encontrado en el domicilio ya referido, corresponde al de la hija de Nelson Fernando Vargas Basáñez y Silvia Escalera Montes.
“La PGR, en la conducción de la investigación, ha solicitado a la SSP federal una minuciosa y exhaustiva investigación, pormenorizada, de la línea abierta por los hechos narrados, así como para la localización y presentación de todos y cada uno de los responsables partícipes en el secuestro y privación de la vida de Silvia Vargas.
“A la fecha se cuenta con diversos datos que, debido a que la investigación está en curso, no es posible, por el momento, dar a conocer”. De acuerdo con fuentes de la PGR, en la casa de la calle Bellavista se encontraron evidencias suficientes para dar con los responsables del secuestro y homicidio.
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