¿Verdad? ¿Ficción? ¿Fantasía? ¿Realidad?
Joaquín Ortega Arenas
Allá, en el ya lejano año de 1995, la Organización Mundial de la Salud convocó a un ilustre médico mexicano a la Ciudad de Washington, EUA. Se trataba de premiarlo por la labor realizada durante largos años al frente del Organismo encargado de la vacunación y prevención de enfermedades de la Secretaría de Salud. Acudió el médico y fue objeto de innumerables homenajes, sobre todo, por los logros obtenidos en su labor en la lucha en contra de la poliomielitis, la viruela, etc. Volvió satisfecho y contento, sólo para encontrar que había sido cesado de su puesto (después de cuarenta y cuatro años de servicios a la Secretaría de Salud) y su escritorio estaba ocupado por un nuevo funcionario. No encuentro otra explicación que la soberbia y la envidia del retrasado mental que por designación presidencial, no por méritos, desempeñaba el puesto de Secretario de Salud, de cuyo nombre no quiero acordarme, me ensucia la memoria. La “venganza” no concluyó en ese momento. Han pasado catorce años y tres secretarios de Salud, y el médico no puede cobrar la pensión a que se hizo acreedor por sus servicios. Las autoridades boicotean toda solicitud al respecto. Los bultos que han desempeñado el puesto vacante por “cese” del médico cuya odisea relatamos ni sirven ni servirán jamás para nada. Llegan a cobrar sus cada vez más altas dietas y a colocar a sus “cuates” en donde puedan enriquecerse. De cierto que no estamos exagerando y la situación por la que atravesamos todos los mexicanos no es otra cosa que el resultado de esa política gubernamental. ¡Que nadie me opaque ni me robe espacios, porque se va! Hace más de seis años que el “nuevo virus” de la influenza porcina hizo su aparición en este mundo y las autoridades mexicanas se percataron de su existencia ¡hace diez días! De cierto, desde hace varios años que está presente entre nosotros. Noticias debidamente “filtradas” nos han permitido saber que en el Valle de Perote, Estado de Veracruz, una empresa norteamericana expulsada de su país tiene inmensas granjas porcícolas establecidas y explotadas sin ninguna exigencia sanitaria (faltaba más, si tienen dólares), que han convertido el pueblo “La Gloria” en un páramo inhabitable, en el que hace poco se generó una epidemia que obligó a las autoridades veracruzanas a establecer un cerco sanitario. La Organización Mundial de la Salud alertó desde el año de 2007 sobre el peligro de la influenza porcina, pero no hay presupuesto para enfrentar los riesgos que conlleva. A principios del mes de abril en hospitales del Estado de México y del Distrito Federal se presentaron cuadros de influenza desconocidos que, por órdenes superiores, fueron ocultados. En ningún hospital mexicano se contaba con elementos para detectar el virus de la influenza porcina, conocido como prueba PCR, específica para ello. La Organización Mundial de la Salud ha declarado estar en la etapa 3 de prevención, (uso de antiviral profiláctico), y en México apenas estamos en la etapa del casi inútil uso de cubreboca y, cierre de escuelas, de templos (insólito siendo el régimen plenamente confesional), únicamente ocurrido durante el gobierno de Plutarco Elías Calles. Por otra parte, adivinamos que, obviamente, no vemos, un propósito político en la prohibición de reuniones multitudinarias. Estamos a tres días del desfile obrero del primero de mayo, ya prohibido por el anterior gobierno panista y antiobrero que, después de las demostraciones realizadas en Cananea y a todo lo largo y ancho del país, se espera belicoso. Por otra parte, existe un gran descontento popular por el endeudamiento infinito del país ( según datos de las Instituciones Oficiales, UN BILLÓN DE DÓLARES MAS EL YA EXISTENTE), el permiso de libre tránsito y zonas de protección para la vía que se construye ya entre el gran puerto de recibo de mercancía asiática en el antes paradisíaco paraje conocido como Punta Colonet, Baja California y Nogales, Arizona: la Ley de ISSSTE, la Ley de Adquisiciones; la Ley que ya se moteja como la “ley de robo” ( Ley de exclusión de dominio de inmuebles), etc., el Decreto que permite allanar domicilios sin orden judicial, en contravención con los artículos 14 y 16 constitucional y el más amado de los principios de las democracias en el mundo (My home is my castle), que se ha manifestado hasta hoy en forma pacífica. Como todo mal pensado he llegado a creer que se está aprovechando la oportunidad de la “pandemia” para cerrar los caminos populares a la protesta, por la irresponsabilidad gubernamental que ha quedado patente con ésta y todos los antecedentes negativos que menciono. ¿Cuál será el fondo verdadero? ¿VERDAD? ¿FICCION? ¿FANTASIA? ¿REALIDAD?
No hay comentarios:
Publicar un comentario