jenaro villamil
MÉXICO, D.F., 19 de agosto (apro).- Por “incompatibilidad absoluta” con las acciones y decisiones del gobierno de Felipe Calderón y de la dirigencia nacional del PAN, sobre todo frente al “poder” de los monopolios televisivos, el exsenador Javier Corral decidió renunciar al Comité Ejecutivo Nacional de su partido.
En una extensa carta, enviada a través de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), que él dirige, Corral expone cómo se gestó su salida; arremete contra decisiones adoptadas por Germán Martínez, dirigente nacional del PAN, como la “grotesca defenestración” de Santiago Creel de la coordinación de los senadores de Acción Nacional y la “alianza total” con Elba Esther Gordillo para las elecciones del 2009.
“Me pareció, si no estaliniana, cuando menos grotesca la defenestración de Creel, como sacrificio humano para agradar a los dioses, no del Olimpo, sino de los medios”, advierte en la parte central de su texto.
“Hoy asistimos a una lamentable subordinación política de buena parte de la clase política en el gobierno y en el partido al poder de las televisoras, y ello explica la forma, pero sobre todo el fondo de la remoción del senador Santiago Creel”, advierte Corral, uno de los principales críticos de la Ley Televisa que se aprobó el 30 de marzo de 2006, en el Senado.
Califica como una “decisión autodestructiva” la remoción de Creel porque “se prefirió coexistir con la censura de la televisión, antes que como partido y gobierno exigirle a las televisoras respeto por su líder parlamentario y por el presidente del Senado de la República”.
“Pienso que se envió un grave mensaje a toda la clase política del país, pero de efectos desastrosos para la vida institucional del partido. Ello ha generado una idea confusa, entre los propios legisladores, en dónde radica realmente el poder”, reflexiona Corral.
En su misiva relata que desde el 14 de julio le comunicó a Germán Martínez su decisión de renunciar al Comité Ejecutivo Nacional. Diez días después, el 24 de julio, sostuvieron una reunión y le entregó una carta que ampliaba con mayor detalle los motivos de la dimisión.
Sin embargo, Corral se queja de que “mentirosamente se ha propalado por funcionarios de reciente incorporación al CEN que yo andaba negociando algo con mi renuncia en la mano”.
“De hecho –agrega el político chihuahuense--, atajé de inmediato una invitación que el jefe del partido me hizo con relación a la plataforma legislativa, pues le expliqué que aceptar tal responsabilidad después de mi renuncia se prestaría a malas interpretaciones.”
Como testigo de esa reunión, Corral menciona a la senadora yucateca y exsecretaria de Desarrollo Social, Beatriz Zavala Peniche.
Así mismo, revela la falta empatía entre él y Germán Martínez: “Me preocupó muchísimo no poder estar en sintonía con el nuevo jefe nacional del partido desde la primera sesión del CEN. Me sentí incómodo con él que, después de que me integrara a su comité, no pudiera respaldarlo.”
En concreto, Corral critica que “sin debate alguno” se autorizó explorar la posibilidad de una alianza total con Elba Esther Gordillo, dirigente del SNTE y principal artífice del Partido Nueva Alianza (Panal), para las elecciones legislativas del 2009. Cuarenta votos a favor, y sólo el voto del exsenador en contra.
“No me molesta perder votaciones, me preocupa el silencio que puede convertirse en complicidad”, remata Corral.
El también exdiputado federal y excandidato a la gubernatura de Chihuahua aclara que no renunciará al PAN, partido en el que milita desde su temprana juventud y ahora cumple 26 años de afiliado. Sin embargo, anuncia que se dedicará a proyectos de carácter editorial y periodístico. Cita al exdirigente nacional Carlos Castillo Peraza en el remate de su misiva:
“En suma, prefiero la libertad del panista de tropa sin ningún grado escalafonario, ya que el amor al partido le da derecho a diferir, o como decía Carlos Castillo Peraza: disiento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario