Sabadazo, Univisión y Brozo
Jenaro Villamil
Proceso
MÉXICO,
D.F., 5 de octubre (apro).-
Una serie de eventos, en apariencia
inconexos, se sucedieron desde que el viernes 1 de octubre, el titular
de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar
Horcasitas, decidió pasar por alto las medidas cautelares ordenadas por
varios jueces y entregar los títulos de concesión para que Televisa y
Nextel exploten durante 20 años la nueva banda de telefonía móvil
convergente con triple play.
Un día después, el sábado 2 de octubre, Molinar convocó a
una rueda de prensa para confirmar que la “ganga” a favor de
Televisa-Nextel se había consumado. “No existía ningún obstáculo legal
vigente para la entrega de los títulos”, advirtió.
Con cinismo, Molinar mintió y pasó por alto las severas
críticas que horas antes le emitió el diputado federal panista, Javier
Corral, quien lo acusó de formar parte de una trama de corrupción para
favorecer a la empresa mediática más poderosa del país.
Molinar se indignó durante su comparecencia en la Cámara
de Diputados, pero ocultó la información sobre la entrega de los
títulos.
El sabadazo de Molinar sólo confirmó cómo
Televisa ordena y los funcionarios del gobierno calderonista se
arrodillan. Peor aún: ningún funcionario de la televisora se atrevió a
dar la cara en la rueda de prensa extraordinaria convocada en las
instalaciones de la SCT. Sólo asistieron al sabadazo los representantes de la empresa Nextel, Peter Foyo y Gustavo Cantú.
El lunes 4 de octubre, el abogado de Grupo Salinas,
Salvador Rocha Díaz, afirmó que se procederá legalmente contra Molinar
por haber incurrido en al menos tres tipos de responsabilidades al
firmar los títulos de concesión: de carácter administrativo, porque los
entregó en contra de los mandatos judiciales; de carácter penal, por el
desacato que le valdrá una demanda ante la PGR, y de carácter político,
que puede costarle el puesto al funcionario que ha tenido un pésimo
papel en el caso de la quiebra de Mexicana y en las licitaciones de la
fibra óptica y de telefonía móvil, ambas en beneficio de Televisa.
Televisa envió el mismo lunes 4 un extraño comunicado a
sus inversionistas bursátiles. En él señala lo siguiente: “Grupo
Televisa S.A.B. anunció el día de hoy que, con respecto a la
adjudicación de la concesión del espectro por 30Mhz en la banda AWS el
pasado viernes, Grupo Televisa y NII Holdings están evaluando si las
condiciones precedentes para cierre de la transacción se han alcanzado
o se podrán alcanzar”.
En otras palabras, la sociedad con Nextel no es segura.
El críptico mensaje quedó en segundo plano frente al
anuncio mediático de Emilio Azcárraga Jean, quien afirmó en Nueva York
que Televisa va a invertir 1,200 millones de dólares para comprar el 5%
del capital de Univisión y llegar hasta el 30% de la inversión en este
conglomerado.
“Mediante este acuerdo, Univisión podrá expandir la
oferta de canales de TV de paga y Televisa logrará finalmente llegar
con su contenido a plataformas de internet a través de Univisión.com”,
afirmó el presidente de Televisa.
El anuncio triunfalista tenía otro objetivo: convertir la
derrota de Televisa en la compra de Univisión (junio de 2006) en una
victoria pírrica. Falta que el consorcio de Azcárraga Jean sea
autorizado por las entidades regulatorias y antimonopólicas de Estados
Unidos.
En el país vecino no todo es tan rápido ni tan fácil
para que Televisa incremente su presencia monopólica en territorio
norteamericano. Ahí no hay un Juan Molinar o un Felipe Calderón que
hagan todo para favorecerlas. Además, existe un candado legal que
impide que un extranjero posea más del 25% de propiedad de un medio de
comunicación electrónica en Estados Unidos.
Y eso lo saben Azcárraga Jean y su vicepresidente, Alfonso de Angoitia.
El anuncio tenía el objetivo de posicionar a Televisa en el
mercado bursátil mexicano. Y lo lograron. Este martes, los títulos de
la televisora (CPO’s) cotizaron en 53.80 pesos, lo que representó una
ganancia de 12.8%, en comparación con un día antes. Pura especulación
bursátil.
Todo parecía bien hasta que Brozo, el “Payaso
Tenebroso”, el alfil de Televisa en los videoescándalos, lanzó al aire
esta mañana una amenaza digna de un sicario: “Ya estamos sobre ti. Ya
todos los instrumentos que hay en la empresa y en la justicia mexicana
estamos muy cerca de ti. Hazte a un lado, bríncate, llégale como
quieras. Estás en peligro. Ya estamos muy cerca y te vamos a caer, si
te metes con uno de nosotros te metes con todos. Ya te chingaste y te
lo estoy diciendo por la buena”.
Tal amenaza tuvo como pretexto un twittero que se hizo
pasar por su colaboradora Marissa Rivera. Brozo afirmó que le llegaron
amenazas que fueron subiendo de tono. Y como parece que no existe
ministerio público que valga, Televisa decidió lanzar una amenaza al
aire, sin que la dirección general de Radio, Televisión y
Cinematografía –un organismo fantasma que solía vigilar que los
concesionarios cumplan con la ley-- le dijera nada. Al menos hasta
ahora.
¿De qué se tratan estos mensajes? ¿Televisa intimida así
a las redes sociales o a sus críticos? ¿Estamos en la impunidad
mediática o en un nuevo macartismo televisivo?
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