Será “diferente a la OEA”, explican gobiernos de la región; Perú, reticente a participar
Hoy, la plataforma de una nueva organización de AL y el Caribe
“Necesitamos un espacio nuestro, americano”, dice el presidente de Venezuela, Hugo Chávez
Blanche Petrich, Georgina Saldierna y Claudia Herrera
Enviadas
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2010, p. 3
Riviera Maya, QR, 21 de febrero.
Los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe coincidieron por fin y dieron luz verde para que este inicio de semana se lance la plataforma de una nueva organización regional “diferente a la OEA”. Sin embargo, la iniciativa no tiene todavía la unanimidad necesaria. Sigue habiendo reticencias. La más evidente fue la de Perú, cuyo presidente, Alan García, incluso declinó asistir al encuentro cumbre que arranca mañana oficialmente.
Su canciller, José García Belaunde, señaló que “no se va a conformar una nueva organización en este momento” porque, en su opinión, “no hay condiciones… estas cosas se necesitan trabajar, reflexionar y debatir”. El gobierno de Lima se ha ausentado del debate sobre el nuevo organismo prácticamente desde su origen, hace dos años, en la cumbre de Salvador de Bahía.
En el otro extremo del abanico, la idea despierta adhesiones apasionadas, como la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ya apuntó a su capital, Caracas, como ciudad anfitriona de la próxima Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) para el año 2011. Este martes se sabrá si sus homólogos aceptan su oferta.
Sobre el nuevo organismo propuesto, Chávez dijo apenas bajó del avión, en el aeropuerto de Cancún: “Necesitamos una organización específica, un espacio nuestro, americano. Por eso vine a apoyar esa idea y a labrarla con paciencia. Hay que tener en esto gradualidad”.
Otros gobiernos, entre ellos los más influyentes de la región, consideran que el proyecto de unidad regional ya alcanzó el nivel de madurez suficiente para dar el paso histórico.
Es la opinión del subsecretario de asuntos sudamericanos de la cancillería de Brasil, Antonio Simoes, quien ha trabajado desde hace años en los basamentos de esta estructura que todavía está en su fase embrionaria: “Sin duda hemos alcanzado el momento de trascender. La fase de foro unificado que alcanzamos ahora es ya un momento histórico”.
Para el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, la decisión de formar la organización, de dotarla de funciones que “generen el diálogo político al más alto nivel de presidentes de toda América Latina”, ya está tomada. Sólo falta la última palabra de los mandatarios. Y su firma, desde luego.
Una de las razones que esgrime Perú de “por qué no están dadas las condiciones” para lanzar desde ahora la nueva organización es que “falta uno” de los 33 estados que integran la geografía del subcontinente. “Aquí somos 32, falta uno, no se puede improvisar”, dijo García Belaunde.
El que falta, por ahora, es Honduras. Su presidente, Porfirio Lobo, no fue invitado al cónclave por tener sus derechos suspendidos por la OEA. Lobo fue electo en el contexto de una “anormalidad democrática” creada por el golpe de Estado el 28 de junio del año pasado. Pero esta ausencia será subsanada próximamente, pues se prevé que en la próxima asamblea general de la Organización de Estados Americanos, en Lima, el gobierno de Tegucigalpa sea “exculpado” por la comunidad interamericana, que lo readmitirá en su seno.
Los diplomáticos que han trabajado en los dos últimos años en todos los documentos básicos que forman el proceso de este proyecto consideran que la futura organización latinoamericana y caribeña no alcanza aún los niveles de integración que tiene la Unión Europea. “Es una fase previa”, estima uno de ellos.
Por el contrario, la estructura y modo operativo de la Comunidad del Caribe (Caricom) parece ser un buen modelo en temas de cooperación, comercio y desarrollo; también de concertación política.
Aunque todavía no hay acuerdo sobre el nombre con el que bautizarán a la criatura, sí se ha avanzado sobre algunas cosas sustantivas. Por ejemplo, se ha decidido que la nueva organización sí trate cuestiones de energía y biocombustibles de la región, lo mismo que asuntos de seguridad colectiva. Para lo que no tendrá facultades es para tratar temas referentes a defensa.
El paso siguiente será la formación de un grupo de trabajo que defina los elementos de la nueva organización. El canciller ecuatoriano, Patiño, dijo: “Esas no son decisiones que se tomarán mañana. Si habrá un presidente o secretario general, cuáles son los estatutos, eso se irá definiendo más adelante. Esperamos tenerlo listo para 2011”.
Para Ecuador, el nuevo organismo vendría a llenar un vacío que se hizo patente cuando el país enfrentó la agresión del ejército colombiano en la zona fronteriza de La Angostura, en Sucumbíos, donde murieron cuatro ciudadanos mexicanos. Patiño recordó esa coyuntura: “En ese momento el Grupo de Río tuvo una función importante. Eso motivó al presidente Rafael Correa a hacer una carta a todos los presidentes de América Latina y (ahí) les plantea la necesidad de crear una organización de estados latinoamericanos”.
Por su parte, el canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, reconoció que en algunos gobiernos “hay reticencias”. Pero ratificó que su país considera que “a lo que hay que llegar es a una sola institución que absorba al Grupo de Río y la CALC”. Sólo que ellos no están pensando, como Brasil, Venezuela y Ecuador, en una nueva organización, con una estructura específica, sino “en un foro de debate político. Para estructura, ahí está la OEA”, dijo.
Con estas ambigüedades y una batería de ocho borradores, los cancilleres se levantaron de dos largas jornadas de negociaciones previas.
Para la reunión cumbre de este lunes, esta noche ya habían llegado la mayor parte de los mandatarios convocados. Los demás arribarán en las primeras horas del día.
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