Astillero
Un grado más arriba
Protesta social
Felipe futbolero
¡Viva el narco!
Julio Hernández López
El legítimo derecho a la protesta cívica se ejercerá hoy en todo el país, marcadamente en la ciudad de México, para mostrar al felipismo desquiciado el grado de oposición que han generado sus políticas de exterminio laboral selectivo. No es solamente el interés de los electricistas afectados el que se defenderá, sino el de los trabajadores en general y, más ampliamente, el de todos quienes consideran que es necesario frenar los actos irracionales de poder del calderonismo que, de no ser confrontados oportunamente por la sociedad, acabarán por liquidar todos los derechos y garantías, concentrando e incentivando apetitos dictatoriales en una facción política derrotada en tantos planos que hoy solamente le quedan como recursos el uso de la fuerza jurídica trampeada y la tentación de las represiones provocadas.
Las movilizaciones convocadas para hoy tendrán, además, la posibilidad de demostrar que con imaginación y responsabilidad es necesario llevar la protesta social hacia planos menos ortodoxos, visto como está que el felipismo en particular, y el sistema político vigente en lo general, se han especializado en ignorar administrativamente la queja cívica y en deformarla mediante el uso perverso de ciertos medios de comunicación masiva. Hoy, como ha sucedido otras veces en más de tres años, las calles de la ciudad de México podrán convertirse en ríos de protesta, y la principal plaza pública del país podrá ser insuficiente para dar cabida a quienes se oponen a las políticas del calderonismo, pero es muy probable que, como ha sucedido en este lapso oscuro con otras manifestaciones parecidas, nada suceda más que la invención de otras formas de engaño desde el poder y el fortalecimiento de las posiciones de quienes usurpan, manipulan y dañan.
La paz social del país se ha fincado, hasta ahora, en el prudente manejo que ha tenido el principal movimiento de oposición, el del lopezobradorismo que ha transitado por los planos electoral y petrolero con una tersura operativa que en el fondo ha permitido que se consoliden aquellos intereses y personajes oratoriamente combatidos. Hoy, ese mismo movimiento de resistencia pacífica converge con una insurrección laboral que no tiene como objetivo las urnas ni posicionamientos a futuro. Con esa visión distinta, las acciones de este día serán dirigidas con responsabilidad pero sin titubeos a objetivos institucionales que serán “tomados”, copados o confrontados por un movimiento social que por primera vez, en la terrible historia del calderonismo agresor, se plantea la posibilidad de subir el grado de protesta, muy por debajo del nivel de agravio recibido por ese gremio y por la sociedad, pero muy por encima de lo que hasta ahora ha sido permitido por la cúpula de la resistencia tradicional.
El paso que darán los electricistas y el segmento social que les es solidario estará acompañado de la natural vigilancia reactiva de los órganos del Estado que saben las consecuencias que una movilización retadora y diferente puede significar para los intereses de la facción en el poder. Los recursos subterráneos del aparato estatal, sobre todo la provocación infiltrada, serán puestos en juego para tratar de que se tropiece escandalosamente la protesta masiva de hoy y las autoridades formales tengan pretexto para la represión física y mediática. Por ello es importante que se dé una combinación de inteligencia y valor, de responsabilidad y audacia, de innovación y cuidado. La de hoy será la más importante manifestación de protesta contra el calderonismo y sería un desperdicio histórico echarla a perder por aceleres e inconsciencia.
SAN LÁZARO. Francisco Hernández Juárez, del PRD, conversa con la legisladora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, ayer, durante la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados">Foto Francisco Olvera
Felipe futbolero se dedica mientras tanto a rodar el balón. Va a Pachuca a hacer faramalla para pagar la visita del jefe mundial del negocio balompédico (o sea, del balompié: mal pensados, absténganse, pero sin ser totalmente abstemios). Él en la cascarita política mientras PRI, PAN y PRD (tres partidos distintos y un solo Manlio verdadero) acuerdan en el Senado que a partir del primer trimestre del año en puerta iniciarán las discusiones formales para desembocar en la gran reforma fiscal que el entrenador Beltrones ya había anunciado días atrás. Otros jugadores se mueven por la libre. Ya antes un subsecretario de la Sagarpa, apellidado Jones Jones, había puesto de ejemplo empresarial a los narcotraficantes, y ahora el coordinador general de Inteligencia para la Prevención del Delito de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino, produjo esta otra jugada de fantasía, al participar en un congreso en Boca del Río, Veracruz: Ellos, los narcos, “les han ofrecido trabajo y oportunidades y un sentido de identidad que nosotros como sociedad no les pudimos dar, les han ofrecido una dignidad que nosotros, al bolero, a la gente, tampoco se las dimos, les han ofrecido algo que es lo más grave: la oportunidad de una revancha social que es verdaderamente algo grave”.
Y luego ha asegundado el presunto defensa central, Arturo Chávez (un fantasma que merodea por la PGR asegurando que él es el titular), al aventarse un párrafo de antología: “El combate a la delincuencia e inseguridad es una tarea a cargo de las instituciones del Estado, si ésta no genera los resultados que esperan los ciudadanos, entonces habrá que pensar en alternativas, incluso en proponer los cambios legislativos que sean necesarios”. Gulp: ¿como qué alternativas podrían considerarse si, como salta a la vista, no han dado resultado las operaciones militarizadas de combate al narcotráfico? ¿Estado de sitio, sustitución de civiles? Lo bueno es que, en seguida, el licenciado Chávez o no Chávez se puso poético, al esbozar el futuro imposible: “No tenemos duda, la seguridad plena se alcanzará cuando cada mexicano tome la decisión íntima de respetarse a sí mismo, respetando al otro, cuando cada persona abrace los valores esenciales de la convivencia”. Chin. O sea que...
Y, mientras hoy apagamos luces de 19.30 a 21.30, ¡hasta mañana, en esta columna caminante!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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