México SA
PRI-PAN se reparten los dineros públicos
Mercado justifica el agandalle de partidos y gobernadores
Carlos Fernández-Vega
Según noblemente reconocieron en su momento, el gran temor” de los legisladores y partidos políticos que en octubre pasado aprobaron la Ley de Ingresos 2010 (incluido el alud de impuestos a los contribuyentes de siempre) no fue otro que “el elevado costo político” que tendrían que pagar por tal decisión. ¡Pobres políticos que se sacrificaron por la patria, sin recibir a cambio reconocimiento alguno de parte de los mexicanos que pasaron a cuchillo!
Pero ¡sorpresa!, la vida es justa y esos legisladores probos, éticamente intocables, que sin recato alguno una vez más clavaron el puñal fiscal a millones de mexicanos sin importarles un bledo el “costo político” de tal decisión, y sin ofrecer nada a cambio a quienes pagarán el festín, serán ampliamente recompensados por sus respectivos partidos y gobernadores, toda vez que la tajada más suculenta del Presupuesto de Egresos de la Federación 2010 –como nunca antes repartido en lo oscurito– será por ellos distribuida sólo entre mandatarios panistas y priístas, o lo que es lo mismo, a quienes deben el hueso.
Tan cínico como en sus tiempos de reportero al servicio de los banqueros, el actual “coordinador económico” de los borreguitos blanquiazules en San Lázaro (¡sólo en este país se dan aberraciones como ésta!), Luis Enrique Mercado se aventó la siguiente puntada, de acuerdo con un cable de Notimex: “el Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados reconoció que las entidades gobernadas por panistas y priístas tendrán mayores ventajas en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2010, porque son los que han cargado los costos políticos de la aprobación de nuevos impuestos. Tras una reunión privada entre legisladores y gobernadores panistas, Mercado admitió que los grupos parlamentarios que cargaron con el costo político de la Ley de Ingresos también tendrán ventajas en la Ley de Egresos. Advirtió que el PRD trae una campaña en contra de quienes aprobaron los ingresos para el próximo año; entonces que asuman una posición congruente. Los legisladores panistas se están poniendo de acuerdo, en la comanda azul, es decir, están revisando las necesidades de gasto de los gobiernos” de esa corriente de negocios... perdón, política.
Con esta sabiduría no hay margen de error. ¡Haberlo sabido antes! Tantos años viviendo en el error y en la creencia de que el anualmente aprobado Presupuesto de Egresos correspondía a la Federación y que se distribuía entre las 32 entidades que le dan cuerpo, para sólo hasta ahora comprender –como iluminadamente explica Luis Enrique Mercado– que los dineros de la nación, que aportan los mexicanos, corresponden a legisladores, partidos y gobernadores que desinteresadamente se sacrifican en aras de la patria y “pagan el costo político” de clavar impunemente el puñal fiscal a los contribuyentes de siempre.
Con legisladores como el mercader de Mercado lejos, muy lejos llegará la patria por la que panistas y priístas desinteresadamente se sacrifican, mientras sus gobernadores, con la opacidad que los caracteriza, se gastan el dinero en campañas políticas. Por ello vale la pregunta: “¿Y cuándo llegará el día en que políticos enriquecidos carguen con el costo económico y nos permitan a los contribuyentes cargar con el costo político?” (Rayuela de La Jornada Michoacán, 4 de noviembre de 2009).
En vía de mientras, el sacrificado prianismo instalado en San Lázaro asegura, ante lo inmediato del puente vacacional, estar en la mejor disposición de aprobar hoy mismo su Presupuesto de Egresos Para Los Legisladores, Partidos Políticos y Gobernadores Que Pagaron El Costo Político 2010 (antes de la sabia actualización de Luis Enrique Mercado se conocía como Presupuesto de Egresos de la Federación), por mucho que el plazo legal se extienda hasta el 15 de noviembre (pero cae domingo y apesta el citado puente).
Y en la tienda de enfrente, los que “no pagaron el costo político” analizan “la estrategia ante una eventual exclusión de nuestras prioridades económicas en la discusión y definición del PEF... Bajo el argumento que no avalamos el aumento del IVA y la Ley de Ingresos 2010 (a los perredistas) se nos ha dicho que no tenemos nada que reclamar en materia de reparto de presupuesto... Se están creando bolsas especiales para los gobiernos del PAN y PRI donde se realizarán elecciones el próximo año; son un cochinito electorero y un agandalle presupuestal”. Como si fuera novedoso.
Contrario al escándalo que armaron con motivo de la Ley de Ingresos, los diputados que pagaron el costo político han permanecido en silencio en materia presupuestal. Cómo se repartirán el pastel, sólo lo saben quienes se sacrificaron por la patria, pero queda claro que de ninguna manera beneficiarán a los mexicanos que pagan por el festín. De por sí el margen de maniobra es extremadamente limitado (si bien va, sólo 10 centavos de cada peso son reasignables), pero ahora que los prianistas decidirán el grueso de las rebanadas con miras a los no pocos procesos electorales a lo largo de 2010, tal margen es inexistente.
Blanquiazules y tricolores sufren y se acongojan, porque “pagamos el costo político”, pero con cantidades multimillonarias el dolor es llevadero. Queda claro, pues, que con el uno-dos que aplicaron legisladores, partidos políticos, gobernadores e inquilino de Los Pinos al país y a quienes en él habitan sólo garantizaron una cosa: ausencia de crecimiento económico, nula generación de empleo, carencia de inversión, precios al alza, poder adquisitivo a la baja, malestar para la familia y un año adicional al de por sí largo historial de aletargamiento y vueltas a la noria, en el entendido de que, según ellos, para salir del hoyo hay que cavar mucho más profundo.
Las rebanadas del pastel
¡Alabado sea el Señor!, que 200 años no han servido de nada: la Conferencia del Episcopado Mexicano “advirtió del riesgo de pretender manipular el sentimiento religioso de la gente con la utilización del estandarte de la Virgen de Guadalupe, como sucedió en la marcha del SME. Miguel Ángel Alba Díaz, obispo de La Paz, dijo que cada vez que se utiliza un símbolo católico nos da tristeza y nos duele que un grupo u otro, un partido u otro, pretendan abusar de la sensibilidad religiosa de nuestro pueblo” (siempre y cuando no sea en tiempos electorales, y/o en contra del régimen) ¡Que los fusilen “por sus errores cometidos contra la persona del rey y contra Dios”! Como a Miguel Hidalgo el 30 de julio de 1811: “¡excomunión y pena de muerte por profesar y divulgar ideas exóticas! Por disolución social, al pretender independizar a México del imperio español. En consecuencia, por traidor a la patria”.
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