De la Redacción
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de agosto de 2011, p. 13
Miércoles 17 de agosto de 2011, p. 13
La raíz del
“problema de las drogas”está en Estados Unidos, no en México, y las estrategias de ambos países no pueden resolver el problema, afirmó Noam Chomsky.
Cuando los líderes aplican durante décadas políticas que no tienen consecuencias para el objetivo declarado y son muy costosas, uno debe preguntarse si están diciendo la verdad y si esas políticas son para otro objetivo, porque no reducen el uso de drogas”.
Chomsky se preguntó por qué se aplican estas políticas inefectivas y costosas a pesar de que se sabe que hay otras más eficaces y baratas. “Sólo hay dos respuestas posibles: o todos los líderes están colectivamente locos, lo cual podemos descartar, o simplemente persiguen otros objetivos. En el extranjero es una campaña de contrainsurgencia; en casa, una forma de deshacerse de una población superflua –hay una correlación muy cercana de raza y clase–, no perfecta, pero casi: de hecho, los hombres negros están siendo hechos a un lado. En Colombia lo llamarían limpieza social. Aquí simplemente los ponen en las cárceles.”
Afirmó que el incremento masivo de encarcelamientos, sobre todo de afroestadunidenses, y también de latinos, se debe a la llamada guerra contra las drogas en Estados Unidos, pero tiene raíces en una larga historia de control y esclavización, tanto formal como mediante el sistema penal contra la población negra.
Subrayó que las consecuencias de estas políticas
“son significativas para los centros del poder: emprender operaciones contrainsurgentes en Colombia y otras partes, y una limpieza social aquí, en la forma tradicional estadunidense. Todo esto está al descubierto”.
Los líderes saben cómo proceder
Chomsky consideró que otra parte del problema es el armamento.
“¿Dónde consiguen sus armas los cárteles de la droga? Son otorgadas por
Estados Unidos. Si corta el flujo de armas no acabaría con la violencia, pero
tendría gran efecto. Si los cárteles en México desean rifles de asalto,
los obtienen en Arizona.”
Interrogado sobre las opciones que tiene el gobierno de México para enfrentar
la violencia y si sería justificable suspender garantías hasta restablecer el
orden en zonas como Ciudad Juárez, Chomsky respondió: “Uno primero debe
preguntar qué es lo que el gobierno de México intenta hacer, y eso es un poco
opaco. Parece que en cierto grado apoya a uno de los cárteles contra
los otros. Si eso es lo que intenta hacer, no hay ninguna justificación.“Pero si desea detener el negocio de las drogas, considero que sabe cómo proceder y no es con la acción militar: se debe ir al corazón del asunto. Parte de la respuesta se dio en la declaración de los tres ex presidentes (Ernesto) Zedillo, (Fernando Henrique) Cardoso y (César) Gaviria: hace unos años presentaron un informe en el que plantearon que la criminalización de las drogas sólo incrementaba el problema y que algunas deberían ser legalizadas, como el alcohol, y reguladas. Eso es parte del asunto, pero la parte de fondo esta aquí, en Estados Unidos.”
En la entrevista, Chomsky dijo que se reunió con reporteros y editores de La Jornada este año y el anterior, con quienes trató, entre otros temas, el peligro que corren los periodistas que intentan cubrir el tema del narcotráfico y la inevitable autocensura. Explicó que le hablaron sobre informes que abordaban el problema e incluso sobre la gran cantidad de negocios en México vinculados de alguna forma con el narco, y que
“cuando uno empieza a publicar cosas como ésas y a investigarlas, está amenazando los centros del poder en la sociedad mexicana, que no desean quedar expuestos. Si pueden usar sicarios para detenerlo, lo harán”.
“Los gobiernos no están para servir a sus ciudadanos; trabajan para sus bases principales”, que son, sobre todo, integrantes del sector financiero, afirma Noam ChomskyFoto Carlos Ramos Mamahua
“México tiene alternativas limitadas”en el problema del narco, “ya que el Don de la mafia está aquí, al otro lado”.
Dijo que el problema está vinculado con una serie de políticas en ambos países, y que en Estados Unidos, en los últimos 30 años, la promoción del sector financiero en la economía y la destrucción del sistema productivo han llevado a que los ingresos reales se hayan estancado para la mayoría de la población:
“ha tenido los mismos efectos que el neoliberalismo en México; menos agudos, pero similares”.
Esto lleva a confirmar, igual que con las políticas antinarcóticos, que
“los gobiernos no están para servir a sus ciudadanos; trabajan para sus bases principales”, que son, sobre todo, integrantes del sector financiero.
Libre mercado y libre trabajo
Cuando le preguntaron si se opone a que un país soberano, como
Estados Unidos, adopte medidas razonables para detener y deportar
indocumentados, Chomsky respondió:
“Es una pregunta interesante en Estados Unidos, donde todos son inmigrantes ilegales; todos, menos los que viven en las reservaciones indígenas”. Indicó que todo depende de qué se está hablando. “Si uno se dice campeón del ‘libre mercado’ debe estar en favor del movimiento libre del trabajo; no se puede tener libre mercado sin eso, según indica Adam Smith.”
Deterioro educativo
Acerca del deterioro de la educación en ambos países, Chomsky
señaló que México tiene a la UNAM, “una universidad de muy alta calidad… es
difícil el ingreso, pero es gratuita. Y en Estados Unidos, si se consideran los
principales sistemas de educación pública, uno tiene que ser rico o poder asumir
una gran deuda para acudir a la universidad. En la ciudad de México hay una
universidad fundada por (Andrés Manuel) López Obrador que no sólo es gratuita,
sino abierta a todos.
Afirmó que es “Es cierto que hay muchos defectos en el sistema educativo mexicano, pero en algunas cosas es mejor que aquí. Debería haber oportunidades de educación decentes para todos.”
“responsabilidad social”garantizar educación obligatoria para todos, y condenó los intentos de privatizar los sistemas públicos y intereses empresariales que pretenden lucrar con la educación.
Recordó que el año pasado viajó de México a California y el contraste fue claro: México, país relativamente pobre, mantiene un sistema de educación superior de alta calidad y gratuito, aunque no para todos, pero
“sustancial”. California, uno de los estados más ricos del planeta, está destruyendo las mejores universidades públicas del país, y posiblemente privatizando algunas, como Berkeley y la Universidad de California en Los Ángeles.